En el paquete de medidas que se enviarán a la Legislatura porteña para modernizar el diseño urbano de la Ciudad hay una ley novedosa: es la de la “plusvalía urbana”. Se trata del proyecto con mayor consenso entre las distintas fuerzas políticas, y consiste en un nuevo impuesto a las construcciones para financiar obras de infraestructura.
Al nivelar o completar las manzanas, el Código Urbanístico posibilitará en algunas zonas la construcción de más metros cuadrados, lo que a su vez dará mayor valor al suelo. Y esa ventaja, que genera el cambio de normativa, será computada por el Gobierno porteño a través del cobro de un impuesto a los constructores.
La plusvalía se calculará al multiplicar los m2 de posible edificación adicional por el valor de incidencia del suelo y por una alícuota diferencial por área. Este último punto se definirá de acuerdo a la calidad de la vivienda y del entorno, su proximidad a escuelas, hospitales y medios de transporte, entre otros puntos.
La alícuota será de un 35{85a194220a6f266c1dcbe2543ff9c92416dafb994710ce8988807bdc6e23f4c8} como máximo, y concentrado en la zona norte de la Ciudad, mientras que luego irá disminuyendo a 27{85a194220a6f266c1dcbe2543ff9c92416dafb994710ce8988807bdc6e23f4c8}, 18{85a194220a6f266c1dcbe2543ff9c92416dafb994710ce8988807bdc6e23f4c8} y 10{85a194220a6f266c1dcbe2543ff9c92416dafb994710ce8988807bdc6e23f4c8} en el caso del proyectos inmobiliarios ubicados en el el sur porteño. Ahí, el porcentaje es más bajo para incentivar la construcción.
De lo recaudado, el 94{85a194220a6f266c1dcbe2543ff9c92416dafb994710ce8988807bdc6e23f4c8} se destinará al Fondo de Desarrollo Urbano y Hábitat que se crea con la ley e incluye financiamiento para vivienda y equipamiento social, obras de infraestructura de transporte y servicios, creación de espacios públicos e integración de barrios vulnerables. El 6{85a194220a6f266c1dcbe2543ff9c92416dafb994710ce8988807bdc6e23f4c8} restante será para la protección del patrimonio arquitectónico de la Ciudad.
La ley de plusvalía urbana entrará a la Legislatura en abril. Su votación será directa y el Ejecutivo necesitará 31 votos para aprobarla. El oficialismo tiene 34 bancas aseguradas. Su tratamiento, se supone, será sencillo. A diferencia de los códigos -Urbanístico y de Edificación-, que son de doble lectura, por lo que además de su aprobación necesitarán el desarrollo de audiencias públicas.
“Todos coincidimos en que las modificaciones son necesarias. No tenemos la idea de dar un debate rígido a pesar de que contamos con los votos para aprobar el proyecto”, agregó Agustín Forchieri, jefe del bloque de Vamos Juntos.
FUENTE: clarin.com