El crecimiento de Mar del Plata se mantiene constante. Nadie discute ello. Puede haber diferencias por las cifras, si somos 800 mil habitantes, si en un momento del año somos un millón o más. Lo cierto es que somos muchos y todos trabajamos, nos trasladamos, dormimos, en fin, vivimos.
Pensar una ciudad es fácil como ejercicio, pero muy complejo de realizar en el día a día. Aun así, es necesario para no dilapidar recursos ni bordear lo indebido. Construir una vivienda, un edificio, un local comercial, un emprendimiento, es todo destacable, pero tampoco se puede hacer como si estuviéramos solos en el mundo.
Para tener una aproximación a esta temática, a cómo se puede construir, en donde y a qué valores, dialogamos con el responsable del Colegio de Arquitectos de Mar del Plata (Distrito 9), Diego Domingorena.
La primera pregunta era obvia: ¿Se abre una ventana al crédito hipotecario? “Es pronto para decirlo. Estuvimos conversando con gente de la Municipalidad sobre la línea de créditos que abre el Banco Nación, pero en una primera aproximación parece ser similar a lo que fueron los UVAs, con lo cual entraña cierto riesgo. Habrá que esperar para ver cómo evoluciona”, sostuvo.
“Lo que sí avanzó el Municipio es en el lanzamiento de un programa que permite habilitar obras privadas más rápido, a través de un trámite abreviado. Esto es pera viviendas unifamiliares, de hasta dos unidades, sin límite de superficie de construcción; y para locales comerciales de hasta 300 metros cuadrados”, detalló
Consultado respecto a qué movimiento hay en cuanto a lo que es la construcción de viviendas, señaló que “hoy los valores están en niveles altísimos, entre 1500 y 1600 dólares el metro cuadrado. A eso le tenemos que agregar lo que es el terreno. Para dar una idea, un lote en Chapadmalal, en el Bosque Peralta Ramos, va de 40 a 50 mil dólares”.
“El problema aquí es la falta de una política de tierras del Municipio. Este es un problema que lleva décadas. Cuando se hizo el Procrear, que fue un programa muy virtuoso, que permitió que muchas familias accedieran a una propiedad, uno de los inconvenientes estuvo en la falta de control del Estado sobre lo que es el suelo urbano”, explicó.
En ese contexto, apuntó a la enorme especulación que existe, sumado a la siempre complicada situación económica del país. “El mayor desarrollo se da por obras grandes, en donde el negocio es otro. A eso se le suma que están mayormente ubicadas en un sector muy específico, en la Costa”.
“Algo que desde el Colegio cuestionamos es que muchas de estas obras se dan mediante excepciones, con compensaciones que no suman demasiado”, advirtió.
Siguiendo esta línea, le preguntamos a Domingorena cómo había funcionado la iniciativa que buscaba aumentar la posibilidad de construir en zonas del centro y del macrocentro para aprovechar la trama urbana y de servicios. “Dentro del Plan Estratégico de la ciudad se puntualizaba la importancia de densificar distintas partes, como las avenidas. Es mucho más caro para la ciudad tener que llevar servicios a barrios alejados, no sirve la dispersión. De todos modos, se mantiene la construcción de barrios cerrados sin que exista un control adecuado, además de que se sigue avanzando sobre el patrimonio arquitectónico”, sostuvo.
Una temática compleja, que requiere, sin ser alarmistas, una preocupación mayor. ¿Por dónde debería empezaría a tratarse la actual situación de desorden urbano? ¿Cuál serían los ejes más urgentes a abordar? Para Domingorena “cuando se hace una planificación, hay que tener en cuenta todos los temas al mismo tiempo: el medioambiente, la conectividad, la accesibilidad, la administración del suelo, el patrimonio, el déficit habitacional. Lo importantes es que se convoque a todos los actores de la sociedad. Se requiere una planificación sana, participativa, democrática, con todos los sectores de Mar del Plata involucrados”. Habrá que poner manos a la obra.
FUENTE: infobrisas.com.ar