En el Museo Archivo Histórico Municipal Roberto T. Barili se puede apreciar una muestra que homenajea a los viejos almacenes de Mar del Plata, esos comercios entrañables que quedaron en la memoria de tantos y que, a pesar de todas las innovaciones en consumo y tecnología que abundan hoy en día, sorprenden a los jóvenes que conocen cómo era el expendio de los alimentos y otras mercaderías en el siglo pasado. Las visitas son de lunes a viernes de 9 a 17 y los sábados y domingos de 14 a 18.
Hasta la llegada de los supermercados con sus grandes cadenas, proceso que se potenció en Mar del Plata a mediados de la década del ’70 y principios del ’80, en la ciudad abundaban los antiguos almacenes de barrio: comercios en su mayoría atendidos por sus dueños en donde se vendían todo tipo de productos, en tanto que la relación con los clientes gozaba de una cordialidad superior. Eran otras épocas en todo sentido.
Fredy Viaro, curador de la muestra, es el responsable de una de las áreas más importantes del Museo Archivo Histórico Municipal: la hemeroteca. Allí se albergan todas las colecciones de los diarios más importantes de la ciudad y el país. Fue allí, a raíz de trabajos de digitalización, que se topó con antiguas publicidades de esos almacenes que ya no existen. Ese fue el punto de partida para la idea de ambientar una de las salas del museo como uno de esos tradicionales comercios que alguna vez abundaron en Mar del Plata.
“Si bien en internet hay muchísimo material al respecto, inclusive una especie de registro de estos antiguos comercios, la idea era que a través de objetos se pudiera recrear el espacio, y que las visitas que vienen al museo, especialmente jardines de infantes, primarios y secundarios, que no vivieron todo esto, pudieran observarlo y apreciarlo”, explicó Fredy.
Para el curador de la muestra, “hoy el sistema de venta cambió sustancialmente, sobre todo con la aparición de supermercados y grandes cadenas, como también de shoppings, mientras que décadas atrás la relación era mucho más personalizada entre el cliente y el dueño del almacén, de ahí la vieja costumbre del fiado que todavía se conserva en las despensas de barrio”.
Una de las características de estos antiguos comercios es la predominancia de vidrio: estantes, mostradores, la tradicional caramelera, y muchas otras piezas de ese material. Otra particularidad era la cantidad de productos que se ofrecían sueltos: desde harinas, azucar, yerba y especias, hasta aceite comestible y kerosene u otros combustibles.
“Los adultos mayores o las personas de 40 años para arriba que nos visitan, lo primero que les viene es la nostalgia de los productos que compraban o utilizaban a diario, como también el recuerdo de su almacenero y la relación que éste forjaba con los clientes. Los chicos se quedan asombrados porque no conocen esto, ellos están experimentando cosas nuevas”, señaló Fredy.
Por último, el curador de la muestra mencionó que “algo que cambió mucho son las publicidades, que eran carteles de chapa y hoy son de cartón o papel”. Durante la recorrida se pueden observar, también, los antiguos sifones de soda que eran de vidrio y el pico de plomo, las latas de galletitas con la tradicional ventana de vidrio redonda en el frente, balanzas con pesas, cortadoras de fiambre manuales, y muchos otros objetos, tradicionales de una época que quedó para siempre en el recuerdo.
FUENTE: www.0223.com.ar