El puerto arenero de la ciudad de Buenos Aires, ubicado en la Dársena F, comienza a tomar otro color, a partir de la realización de gigantescos murales que le dan vida a la zona, que estuvo olvidada por décadas.
“Había una intención de conquistar el lugar, que estaba monocromo, castigado, abandonado,se quería dar un golpe y la pintura fue la herramienta elegida. Creo que se cumplió el objetivo, de algo neutro se pasó a una caja radiante de luz y color, es un primer paso”, afirma Ezcurra, que además de artista es arquitecto.
El mural de Ezcurra es mezcla una representación figurativa con una abstracta. Está el puerto, con su maquinaria y la fauna y flora argentina, algunas en riesgo de extinción, como un llamado de atención. Por ahora, las obras están casi escondidas, porque la Dársena F no es un lugar por el que pase mucha gente, salvo los estudiantes que se toman los colectivos 33 y 45 para ir a Ciudad Universitaria.
El proyecto es sumar veredas, sendas peatonales y semáforos para que las familias se acerquen y recuperar el río para los vecinos. Los camiones que hoy pasan a toda velocidad por la avenida Rafael Obligado desaparecerán cuando el año que viene se culmine la obra del Paseo del Bajo. El Paseo también incluye unos cubos de colores que se colocaron en la escollera.
“Es un lugar divino, imperdible, sería genial recuperar eso. Tiene mucho que ver con reurbanizar las villas e integrar la ciudad. Sin dudas, el paisaje urbano ese es maravilloso. La infraestructura de arranque es una increíble: las cajas de hormigón, las grúas abandonadas, la central eléctrica Puerto Nuevo, no se puede creer”, señala Ezcurra, que trabajó dos meses junto a su equipo para terminar el mural, al que define como “poderoso”.
Los murales de Ezcurra mezclan una representación figurativa con una abstracta. Solo pueden apreciarse si se miran con detenimiento. En cambio, los realizados por el Segatori son netamente figurativos, con animales de gran escala.
“El trabajo está en proceso, todavía. El 21 de diciembre se termina la primera parte y hacemos la inauguración. Va a haber una figura humana en el mural de las llamas. En marzo vamos a continuar con algo más abstracto, con personajes portuarios en los silos”, afirma Segatori, un prestigioso muralista que tiene otras obras en barrios, como Palermo, La Boca, Villa Soldati y Coghlan.
Para poder pintar los murales, las paredes se trabajaron, se blanquearon y sobre eso trabajaron los artistas. La obra fue financiada por los dueños de los silos, dentro de una política de inversión que les exige el gobierno de la Ciudad.
En el entorno del Puerto Arenero se están desarrollando obras grandes de infraestructura: el Paseo del Bajo, la construcción del nuevo Puerto, la urbanización de la Villa 31 y el relleno de la Dársena F para mejorar su operatividad.
La Dársena F, que estaba abandonada, va a tener un ingreso por el Paseo del Bajo. “Queremos vincularlo con el Parque Lineal que se va a hacer donde hoy está la Illia y con la Costanera Norte, donde va a estar el Distrito Joven, que tendrá parques junto al río, con un borde costero”, afirma Ramiro López Saubidet, gerente coordinador de la Agencia General de Puertos y encargado del proyecto.
Saubidet asegura que la idea es que las areneras sigan funcionando, ya que tiene un aporte fundamental para la construcción de las obras de la Ciudad. “Lo que queremos es traer el río al entorno sin dejar de lado la operación portuaria, algo que se hace en el mundo, señala el funcioanrio, que destaca que hasta hace dos años, “la infraestructura del Puerto era la misma que había en 1920, ideada por Huergo”.
FUENTE: www.diariodecultura.com.ar