Rosario es una ciudad con muchas ciudades dentro. Y la muestra presencial “Ciudad Candia” será un testimonio de ello. Esta exhibición abrirá este viernes 6 de agosto, a las 17, en el Museo de la Ciudad “Wladimir Mikielievich”, en el Parque Independencia (Oroño al 2300). Es una muestra compuesta de imágenes fotográficas, objetos y relatos sobre la empresa constructora Candia & Cía que entre 1890 y 1971 edificó más de un millón de metros cuadrados, fundamentalmente en el centro para las clases más adineradas de la ciudad. Inmuebles de alto valor patrimonial con ornamentos exquisitos, el poder económico estampado en sus alturas. Huellas de la Rosario y región que se levantó y también sucumbió bajo la piqueta. Una de las tantas urbes dentro de la urbe.
Esta muestra es posible porque el arquitecto Carlos Candia, cuarta generación de constructores de la familia, donó todo el archivo que armó su padre sobre la empresa cuando se jubiló. Él y el resto de la familia también sumaron y prestaron objetos para que “Ciudad Candia” fuera posible: un placa de un edificio que había aparecido en el Mercado de Pulgas, un diploma de 1894 otorgado por el municipio al abuelo de Carlos, libros y revistas de construcción de 1890 en adelante que consultaban los integrantes de la empresa, taburetes, retratos, sellos, el escritorio de unos de los socios de Candia, proyector de muchos de los edificios de la empresa, Armando Delannoy, también mármoles, publicidades y otras maravillas que serán expuestas.
Pero además, “habrá un juego que podrá bajarse en el celular donde cualquier rosarino y rosarina podrá darse cuenta cuánto influyó Candia en sus vidas y así se llamará precisamente: ´Candia en tu vida´”, adelantó el director del Museo de la Ciudad, Nicolás Charles.
Carlos, uno de los herederos del apellido y el patrimonio histórico de la empresa, le contó a La Capital cómo empezó todo.
“Mi papá había guardado mucho material, básicamente fotografías que pegó con cinta de manera casera en carpetas, que a la vez ordenó y clasificó por décadas. Ese material estaba en cajas enmohecidas y sentí que alguien debía recuperarlas y aprovecharlas: las doné al Museo de la Ciudad para que se conserven y exhiban como patrimonio de la ciudad. Los planos se perdieron todos, una pena”, reconoció el bisnieto del primer Candia llegado a Rosario, quien así habilitó el deleite de unos pocos a todos y todas quienes quieran imbuirse de un verdadero esplendor constructivo. Un lapso en que los rosarinos competían por invertir en ladrillos sin miramientos.
Quienes asistan a “Ciudad Candia” se encontrarán con las huellas del inmigrante italiano Rafael Candia, nacido en Aieta, Calabria: el padre de criaturas como La Favorita, la Galería Rosario y el Pasaje Pam; los palacios Minetti y Bolsa de Comercio, el edificio del Banco Hipotecario Nacional, las sedes sociales del Jockey Club Rosario y el Club Rosarino de Pelota.
“Él vino para sumarse a la construcción de la ciudad de La Plata y dejó en Italia a su mujer, Josefina, embarazada de mi abuelo Rafael, y a su hija más grande, Inés. Trabajó unos tres años y volvió a buscar a su familia, pero cuando regresó se encontró con la crisis de Juárez Celman (ex presidente de la Nación) quien paralizó toda la obra pública, entonces en lugar de volver a La Plata vino a Rosario que estaba en pleno auge por el puerto”, contó Carlos.
Fue justamente ese hombre quien fundó luego la empresa que también construyó la sede gubernamental de los Tribunales Provinciales de Rosario, espacios sanitarios como el Centro Unión dependientes y el sanatorio Británico, iglesias como la del Pilar, edificios industriales como la ex yerbatera Martin o Establecimientos Textiles Sociedad Anónima (Estexa), levantada en zona norte en el terreno de la familia Roullión, más varias casonas de bulevar Oroño, desde Pellegrini al río, y silos frente a la costa del Paraná. Solo un puñado de obras de una verdadera fábrica de creatividad.
El equipo curatorial de la muestra trabajó tres meses pandémicos a destajo y está integrado por el arquitecto César Altuzarra y sus colegas Nora Díaz, Karina Sansarricq, Juan Pablo García, Agustín Lerro, Guillermo Sosa y Juan Alegre. Un equipo que armó también una página web con datos de Ciudad Candia.
“Hicieron un laburo infernal, es un recorrido constructivo en base a la obra de la empresa”, aseguró Carlos Candia y de alguna manera entusiasma a propios y extraños del ambiente arquitectónico e histórico a darse una vuelta por el museo.
La exposición puede visitarse con turno previo y cumpliendo los protocolos sanitarios correspondientes, de martes a sábados, de 13 a 18 y domingos de 9 a 18. Se puede solicitar turno en la web rosario.gob.ar/cultura
Historia en metros cuadrados
Candia fue una empresa constructora que incluyó a tres generaciones con una producción que supera el millón de metros cuadrados de patrimonio edilicio en Rosario y la región. Un tramo de la historia vernácula que la historiadora Agustina Prieto retrata así: “A principios del siglo XX, cúpulas y agujas competían en la incipiente metrópoli por demostrar el poderío de sus propietarios y las habilidades de sus constructores, la esquina de Corrientes y Córdoba se había transformado en el punto de referencia de las grandes empresas aseguradoras, molineras y cerealistas tres de las esquinas fueron ejecutadas por la empresa Candia”.
Se identifican tres períodos en esta historia constructora: el fundacional que comienza en 1890 con la llegada del inmigrante italiano. Participó de la construcción de la ciudad de La Plata y luego se trasladó a Rosario. Su primera obra en la ciudad fue la residencia de Waldino Basualdo, ubicada en el sector próximo al Rosedal y luego demolida como consecuencia de la creación del Parque Independencia. Más tarde el precursor de la empresa ejecutó obras como La Inmobiliaria (en la esquina sudoeste de Córdoba y Corrientes, frente a al Bolsa de Comercio) y la sede del Jockey Club (Maipú 801).
El período de expansión de la constructora continúa desde 1905 a 1956, a cargo de Angel María Rafael Candia (h) quien en principio construía para diversos profesionales. Obras como La Favorita llevan su impronta y la de Armando Delannoy quien sin contar con titulación como arquitecto o constructor (al menos no hay registros) elaboró el proyecto del Hotel Palace, en Corrientes y Córdoba (arriba del bar Augustus), un inmueble que perteneció a José Arijón.
Entre otras obras del constructor y proyector de apellido francés se destacan La Mansión, para Miguel Monserrat, el Banco Monserrat, oficinas comerciales de la Sociedad de Electricidad de Rosario (hoy edificio de la Empresa Provincial de la Energía por bulevar Oroño), el ex cine Heraldo (peatonal San Martín y Rioja) y el Banco Popular de Rosario (hoy sede de la Ansés, en Sarmiento y Rioja). Trabajó durante 31 años para múltiples encargos de los clientes de la empresa.
Murió joven y Candia incorporó a sus hijos, el papá de Carlos (quien tenía otros cinco hermanos), y a los hijos de Delannoy en la empresa que en 1952 diseñó, financió y construyó una de sus obras modernas más emblemáticas: la Galería Rosario, la primera de la ciudad, inaugurada el 25 de mayo de 1956.
“Recuerdo -le dice a este diario Susana Candia, otra cuarta generación de la familia constructora- el día de esa inauguración, yo estaba por cumplir 8 años. Nos llevaron con mis primos, el acto se desarrolló en el hall central de la galería y cuando llegamos nos abrieron paso para ir a saludar al abuelo, Ángel María Rafael, un hombre bajito, con lentes redondos de pasta , trajeado quien delante de él tenía un micrófono de la época que decía LRA, señal que todo se transmitía por radio nacional y había mucha, mucha gente”.
Por último, el tramo de consolidación de Candia va de 1956 a 1971 cuando el arquitecto Rafael Carlos Candia, primer profesional universitario de la familia, afianza junto a su padre la trayectoria de la empresa, abordando la producción, promoción y venta de inmuebles relacionados con lo residencial, industrial y comercial.
Candia & Cía con un perfil casi de logia masónica (masón significa “albañil”) o de gremios de constructores de las catedrales góticas donde el saber se pasaba de maestros a discípulos con códigos propios casi secretos. Un modelo que toma la ascendente burguesía, pero que no pudo terminar el siglo XX, donde los nuevos tiempos constructivos valoraron la diversificación de la actividad y los subcontratos.
“Ahora una empresa hace la plomería, otra el hormigón, otra la electricidad. Pero Candia abarcaba todos los rubros con todos sus empleados, que trabajaban para la empresa. Tenía hasta depósitos de materiales y carpintería. No subcontrataban, todo estaba bajo el éjido de la firma”, explicó Carlos.
La historia impuso sus marcas y más que preguntar qué construyó la empresa Candia habría que interrogar ¿Qué no construyó en 81 años? La muestra puede dar algunas respuestas.
FUENTE: www.lacapital.com.ar