Bliss Buenos Aires es un nuevo concepto de vida que despliega una mirada al futuro con arquitectura moderna y diseño sustentable. El emprendimiento se construirá sobre un predio de 9 hectáreas en San Fernando (ex centro logístico Molinos) y abarca 16 edificios, de los cuales 7 son torres de 19 pisos, dispuestos rodeando una laguna de 1,2 ha.
El conjunto tendrá 1.500 unidades de entre 2 y 6 ambientes con amplios balcones y vista a la laguna. El predio contará con espacios verdes, una senda aeróbica de 1,8 Km, áreas recreativas con gimnasio, pileta cubierta y canchas multideporte. También, exclusivos amenities, comercios, SUM y área de coworking en cada edificio, y un restaurante de 260 m2 en el centro de la laguna.
Proyectos como Bliss apuntan a las personas que buscan unir dos mundos: el de la naturaleza (flora, fauna, laguna) y el urbano (servicios, esparcimiento, áreas lúdicas y deportivas); sumado a las características atípicas de las unidades como espacios de trabajo y grandes expansiones.
Reducir la movilidad
La localización del proyecto en San Fernando es ideal para los usuarios y familias que buscan un lugar para residir que reúna sanidad, seguridad, sustentabilidad y accesibilidad inmejorable.
La posibilidad del teletrabajo y la necesidad de repensar los grandes temas de las ciudades como la movilidad, nos ha llevado a visualizar la oportunidad que ofrece este proyecto en ese sentido, para generar “ecosistemas urbanos”.
Es decir, módulos que no requieran o lleven al mínimo la movilidad de sus habitantes a un radio de distancia pedestre o medios de micromovilidad. Esa distancia rondaría entre 2 y 4 Kilómetros para generar cualquier tipo de actividad.
El modelo mixto de trabajo es irreal, simplemente seguiremos trabajando en línea desde nuestras casas cada vez más adaptadas y con reuniones en lugares divertidos y diferentes para socializar y conectar. Se crearán múltiples espacios para grandes juntas digitales con todas las soluciones.
Nadie quiere vivir en el tráfico ni en esa vorágine de información y trabajo otra vez. Las casas se vuelven más tecnológicas y adaptadas al trabajo diario. Muchas empresas se dedicarán a solucionar las necesidades de trabajar desde casa. La casa cambia de ubicación.
Hoy se puede vivir fuera de una gran ciudad, trabajar igual y generar el mismo valor. La ubicación física pasa a un segundo término para las empresas, pero a un primer término para los trabajadores.
Nuevas visiones urbanísticas
En el contexto de la pandemia global que estamos atravesando, muchas de las visiones sobre el urbanismo dadas como verdades absolutas han cambiado sustancialmente. Lo estamos viendo en las más grandes ciudades y variados tejidos urbanos del mundo donde se pensaba que la densidad (12.000 hab/km2 promedio) los hacían eficientes.
Desde el punto de vista energético, frente a la pandemia se tornó letal, golpeando fuertemente a todos estos esquemas de ciudades que arrastramos desde la revolución industrial.
Vivir y trabajar en el verde El proyecto que proponemos va más allá de la pandemia, apunta a un nuevo comienzo más resiliente respecto al planeta y la sustentabilidad. Este concepto propone una única vialidad a un nivel, en un circuito por el cual se accede a todas las tipologías edilicias del conjunto, de manera de reducir al mínimo el tránsito vehicular.
Así mismo, gran parte de las cocheras tendrán la posibilidad de incorporar un cargador eléctrico, induciendo a los potenciales habitantes a mutar hacia la movilidad eléctrica. En línea a lo sustentable, todo el basamento de cocheras a nivel cero es un gran contenedor de la laguna.
Un paseo que serpentea independiente de la circulación vehicular conecta a todo el proyecto, lo que otorga a las personas de todas las edades mayor seguridad para la práctica de deportes y recreación.
La cubierta de las cocheras conforma un nuevo nivel cero, el cual genera un gran parque de 32.000 m2 compuesto de áreas pedestres, árboles y verde, en el cual se podrán hacer algunas actividades náuticas.
Para lograr este equilibrio en el uso del suelo, hemos propuesto hacer el menor uso del mismo. De los 92.394 m2 del predio, solo se utilizan el 38% para el desarrollo de edificios. Así se generan dos familias o escalas de edificios. Una de planta baja y 8 pisos, de mayor pisada, y la otra familia de mayor altura, planta baja libre y 19 pisos.
La ubicación de los edificios más altos es sobre la laguna, de manera que su altura se retire el máximo posible de los bordes del predio, con un gálibo y gradiente urbano amigable.
Además de la localización de las piezas edilicias, hemos planteado un círculo virtuoso, un ecosistema urbano, donde el volumen necesario para albergar a sus pobladores ya no genera el efecto “isla de calor”.
El volumen de agua y su superficie, sumado a la vegetación, generarán un intercambio de temperatura que hará que la emisión de calor se neutralice, o bien pueda bajar la temperatura ambiente en verano entre 2 y 3 grados. Ese microclima generará un enorme ahorro energético.
Las viviendas y la forma de habitarlas también cambiará. Por lo cual, las unidades, desde las más chicas a las más grandes, contarán con espacios de trabajo, grandes expansiones, más y mejor ventilación de los locales y el máximo asoleamiento.
Como complemento a los espacios de trabajo en las unidades, el proyecto ofrece en todas las tipologías edilicias grandes espacios, lugares de coworking, o reuniones de trabajo. Esta nueva forma de vivir con mayor calidad de vida, implica una nueva visión, donde las unidades funcionales/departamentos ya no son lo que eran antes, donde la especulación con los m2 era el fin.
En este proyecto se propone una nueva perspectiva, donde el paradigma cambia radicalmente, aquí los m2 son un medio para alcanzar las necesidades de vida de este nuevo mundo que comenzamos a transitar.
En este sentido, estamos seguros de que la demanda y la necesidad así lo indican y, de que las personas requieren de estos espacios de trabajo como indispensables. Aunque esta tendencia llega para quedarse, el proyecto ofrece la posibilidad de generar espacios en constante contacto con la naturaleza que debimos generar a partir de un predio fabril: verde, laguna, árboles, fauna.
En consecuencia, trabajar en los sectores de vivienda no implicará el encierro sino todo lo contrario: el sonido de los pájaros y las ranas, el sol, la brisa fresca de la laguna, las vistas, estar bajo un árbol descansando, y por qué no trabajando, hacen de este proyecto un prototipo urbano vanguardista, y a San Fernando, una localidad pionera de esta nueva forma de vivir.
FUENTE: www.clarin.com