Dos nuevas ciudades se alzarán sobre tierras vírgenes y desérticas – una más avanzada que otra – y comparten cualidades al mismo tiempo que se prevé que funcionen de un modo diametralmente opuesto. ¿Cuáles son los criterios que los ciudadanos ponderamos al imaginar un nuevo escenario urbano creado especialmente para satisfacer nuestras necesidades contemporáneas?
¿En qué difieren o se asemejan los anhelos de los líderes que dan origen a estas urbes utópicas? ¿Es posible que la manifestación de intenciones similares traiga consigo resultados diferentes? ¿Cómo cuantificar o valorar el impacto de las decisiones tomadas en la planificación de estas nuevas ciudades?
El actual mandatario de Egipto, Abdel Fattah el-Sissi, tradujo su ambición como presidente en la creación de la Nueva Capital Administrativa del país, en las afueras de El Cairo. Su diseño se percibe con una escala monumental y un estilo imperial que retoma cierta tradición arquitectónica local.
La zonificación de la nueva ciudad, lejos de ser percibida por su innovación, incorpora las áreas de la ciudad moderna –zona residencial, centro administrativo con las sedes de todos los poderes, zona comercial, sector educativo, mezquita, área cultural, de arte y deporte.
Hacia el sur, en Arabia Saudita, el príncipe heredero Mohammed bin Salman comenzó la construcción de “The Line”, ciudad parte del masterplan llamado Neom (acrónimo de “nuevo futuro”), un desarrollo urbanístico que haría realidad un modelo de vida verde, con cero huella de carbón, robotizado y ultratecnológico, a orillas del Mar Rojo.
Como el ego, la arquitectura y la mística por las alturas siempre se mezclan, la Nueva Ciudad Administrativa será sede de la torre más alta de África, la Iconic Tower, que contará con 385 metros de altura.
Mientras que “The Line” será el primer exponente del concepto de rascacielos apoyado en el terreno, estando compuesta por módulos de 800 m de largo por 200 m de ancho y 500 m de altura sobre el nivel del mar, ubicados de manera tal que la extensión total de la ciudad lineal llegará a los 1700 m desde la bahía del Golfo de Aqaba, hasta las montañas del valle alto.
Dos nuevas ciudades, una que retoma la tradición y hace referencia al pasado, y otra que no parece tener en cuenta leyes preexistentes, ni siquiera la de la gravedad, estarán en funcionamiento en un futuro cercano.
Calles sin autos, ciudad sin calles
“The Line” será la primera ciudad lineal con gravedad cero, cuyo enfoque urbano se destaca por la movilidad de las personas en tres dimensiones – hacia arriba, abajo o a través – para tener acceso a todas las funciones urbanas. Propone una revolución en el modo de vivir la ciudad, brindando una innovadora experiencia para los sentidos.
El “layering” o concepto de superposición de áreas en tres dimensiones dentro de esta grilla volumétrica es lo que permitirá la zonificación de cada módulo.
Los módulos, de 800m de largo, contendrán áreas comerciales, residenciales, culturales, deportivas, de esparcimiento, y habrá zonas especiales dedicadas a huertas y cultivo de alimentos, ya que se espera que los habitantes puedan satisfacer sus necesidades diarias en menos de cinco minutos de caminata, con productos locales.
El vacío que generan estos volúmenes dentro de cada módulo será el espacio para la circulación por donde se movilizarán las personas, vehículos, scootters, drones, autos o cápsulas magnéticas, etc. Sin la existencia de calles ni autos tradicionales, este modelo urbanístico funcionará 100% con energía renovable y el 95% del entorno será preservado para la naturaleza.
Se intensificará la vegetación a ambos lados de la ciudad lineal, creando áreas de “wadis” (valles o canales que permanecen secos excepto en época de lluvias), preservando y reforzando la vegetación autóctona actual. Se prevé que en el futuro esta ciudad longitudinal pueda albergar a 9 millones de personas dentro de una huella edificada de 34 km2. Un tren de alta velocidad conectará la ciudad de extremo a extremo en tan solo 20 minutos.
La envolvente exterior de todos los módulos será espejada, minimizando a la vez el impacto visual de la construcción, reflejando el entorno natural, desértico, árido, montañoso, el océano al acercarse a la marina, y el cielo en cada momento del día.
La experta en urbanismo Giovanna Carnevali, Directora Ejecutiva de Planificación Urbana en Neom, expone que se trata de “urbanizar lo menos posible”. De calles sin autos y ciudades sin calles se compone el urbanismo gravedad cero que propone este modelo de ciudad.
El aire entre volúmenes que actualmente existe en las ciudades tendrá en “The Line” funciones específicas y servirá como conector entre volúmenes en las tres dimensiones, creando una accesibilidad en sentido vertical completamente innovadora.
La ciudad se vuelca hacia el interior donde todas las actividades tendrán lugar, quizás simbolizando el contenido oasis ultra tecnológico e independiente de las leyes y doctrina wahabita que se creará.
Firmas de arquitectura de renombre mundial están hoy trabajando en propuestas para los distintos módulos de la ciudad lineal, y los hitos que ésta contendrá. Por ejemplo, estadios flotantes, teatros holográficos, auditorios móviles y galerías de arte conectadas por pasarelas a grandes alturas.
Su renovado trazado será lo que exprese unificadamente el poder, tanto del estado, de Mohammed bin Salman, como el poder transformador de la tecnología en la generación de un nuevo modo de trabajo, esparcimiento, conexión social y con la naturaleza y de vida en general.
Este mensaje será trasmitido a la población en general (e incluso apreciable a altura satelital), a través de una ciudad que, a pesar de su complejidad espacial y programática interior, se traduce hacia el afuera morfológicamente compacta, como un gesto, una línea.
Ambas ciudades prevén ser sostenibles, con un intenso uso de energías renovables y una estrecha relación de sus habitantes con la tecnología. De hecho, la Nueva Ciudad Administrativa egipcia utilizará inteligencia artificial para optimizar el uso del agua y la gestión de desechos; y en Neom, se desarrollará la tecnología necesaria para controlar el clima, permitiendo una temperatura óptima todo el año y para la desalinización del agua.
Mientras que “The Line” se encierra en sí misma detrás de una cara espejada que recorre sus 1700m de extensión, la Nueva Ciudad Administrativa posee un diseño orgánico en forma de radios y círculos para poder ampliar su capacidad y extenderse sin límite aparente en el futuro.
Al Sissi sigue la tradición egipcia milenaria de fundadores de ciudades como Menfis, Tebas, Tenis, Sais, Alejandría y El Cairo. Su arquitectura megalógama expresa el poder, la innovación y el progreso de una manera fragmentada, a través de obras como la Iconic Tower, edificio principalmente de oficinas cuyo propietario es el Ministerio de Vivienda y que lleva la firma de DAR (Dar al-Handasah Shair & Partners).
O la Mezquita Al Fattah Al Alim, una de las más grandes de Oriente Medio y el mundo árabe, pudiendo albergar a 12.300 fieles poseedora de una cúpula de 44 m de altura y 33 m de diámetro, y la Catedral copta de la Natividad, la Iglesia más grande de Medio Oriente, con 63.000m2.
Dos nuevas ciudades van a ser potencialmente habitadas en su totalidad en los próximos años. Una reformula el pasado y la otra inventa el futuro. Ambas pretenden y prometen una relación única con el medio ambiente y especial atención al cuidado de los recursos naturales. ¿Sería en el caso de Neom una expiación por el saqueo mundial de las playas en busca de la sílice (arena) para el vidrio y hormigón?
Lo cierto es que el urbanismo gravedad cero en la concepción de una ciudad lineal que atraviesa el desierto árabe es un concepto innovador y sugiere un nuevo modo de vivir. Algunas de sus premisas podrían ser reinterpretadas y adaptadas en ciudades existentes. ¿Será nuestra querida Buenos Aires tan susceptible?
FUENTE: Florencia Bellino – www.clarin.com