Pese a las quejas de vecinos y comerciantes, y tras superar a medias una medida cautelar que suspendió las obras, se puso en marcha un nuevo ramal de Metrobus en la Ciudad. Está en una zona a la que no llega el subte y en la que las líneas de trenes urbanos están alejadas. Y sirve para conectar Flores, Floresta y Mataderos.
A fines de mayo, la jueza Elena Liberatori rechazó el pedido vecinal y autorizó la continuación de los trabajos para, finalmente, habilitar un recorrido de 8,6 km de extensión. Aunque hay un tramo que sigue incompleto y en el que las obras no pudieron avanzar.
El fallo del juzgado en lo Contencioso Administrativo y Tributario número 4 rechazó el pedido de suspensión de obras presentado en el amparo vecinal. Además, estableció que el Gobierno porteño debió tener en cuenta los acuerdos alcanzados en las mesas de trabajo que fueron convocadas para que el Ejecutivo explique los alcances del proyecto. Pero la cautelar sigue vigente sobre cinco cuadras linderas al Parque Avellaneda, sobre Directorio, entre Bruix y Lacarra, que son área de protección histórica. Es la zona conocida como Chacra de los Remedios, en la que hay construcciones históricas como La Casona de los Olivera, el Antiguo Tambo y el Antiguo Natatorio.
Allí, no pudieron avanzar las obras y no se construyeron los paradores. Además, los colectivos se vuelven a mezclar con el tránsito general. Desde el Gobierno porteño le dijeron a Clarín que esperan la resolución de la jueza. Y explicaron que se hicieron reuniones y .se presentó documentación requerida, pero aún no hubo novedades.
Así, el nuevo Metrobus tiene 5,6 km. Hay 6 paradores sobre Alberdi, donde la traza tiene 2.8 km entre San Pedrito y Bruix, otros 5 en Directorio, con un recorrido de 2.2 km; a los que se suman los 800 metros sobre Bruix, que sirven para vincular las otras dos avenidas. .
Como parte de las avenidas son mano única, hacia el centro, en el caso de Directorio, y desde el centro, Alberdi, Bruix funciona como una especie de enlace entre ambas. Hasta ahora, los ramales de Metrobus están hechos sobre trazas de doble mano, en su mayoría con carriles y estaciones centrales. Por eso, el de Alberdi y Directorio marca una diferencia.
Las líneas de colectivos que lo recorren son doce: 4, 7, 49, 55, 63, 88, 92, 96, 114, 126, 180 y 182. Aunque durante el desarrollo del proyecto hubo especulaciones sobre la posiblidad de extenderlo o hacer algún tipo de conexión con otros ramales de Metrobus, por ahora la información oficial sostiene que no irá más allá de la avenida San Pedrito, en Flores, hacia el Este. Y tampoco se vinculará, al menos por el momento, con el Metrobus de La Matanza, que utiliza la traza de la avenida Juan Manuel de Rosas (Ruta 3), aunque tiene un tramo de más de 30 cuadras sin carriles exclusivos.
Con la apertura de este nuevo ramal, la red de Metrobus en la Ciudad alcanza los 70 kilómetros. Antes, también este año, se había inaugurado la extensión de 1,9 kilómetros en el del Bajo, una obra que se demoró 6 años. El primero fue el de Juan B. Justo, construido en 2011. Y más tarde se sumaron 9 de Julio, Cabildo, que cruza a provincia y continúa por Maipú, el del Sur, la autopista 25 de Mayo y el primer tramo del Bajo.
De esta manera, el Metrobus supera en varios kilómetros a la red de subterráneos, que tiene tiene 56,7 kilómetros de extensión y llega a los 62,8 si se suman los túneles de servicio o de acceso a talleres.
Una de las explicaciones tiene que ver con que el Metrobus representa una solución de movilidad más rápida y más barata que el subte, para el que se necesita financiamiento otorgado por organismos multilaterales de crédito. Algo que en la actualidad es muy difícil de conseguir en Argentina.
Según estimaciones oficiales, cada kilómetro de subte cuesta entre 100 y 120 millones de dólares. Mientras que, por ejemplo el Metrobus de Alberdi y Directorio costó $ 188.041.901,90 por kilómetro.
FUENTE: www.clarin.com