Un grupo de rosarinos, y algún otro que no lo es, comparten en las redes, en decenas de cuentas, y miles de posteos, imágenes y recuerdos de la ciudad, maravillan a miles de seguidores de todas las edades, con fotos, folletos antiguos y detalles de una Rosario desconocida. Arquitectura, vida social y cultural de todos los tiempos con comentarios llenos de anécdotas. Es la valorización del entorno en que vivimos, vemos lo que fue para comprender el hoy, construyendo una historia basada en la memoria colectiva.
No es novedad que en la cuarentena que vivimos se haya incrementado el uso de las redes sociales y estas páginas tengan un notable movimiento. Así lo aseguran sus administradores.
El pasado en fotos
Desde “Fotografías y Estampas del Rosario Antiguo” que tiene 20.400 seguidores en Facebook, Federico Dunger nos dice “la gente se enganchó con la nostalgia de lo vivido” y especialmente “se extraña lo que ya no está, lo que vivimos, y hoy son recuerdos, la gran mayoría buenos”.
“Me encontré con la posibilidad de armar el muestrario visual del pasado rosarino”, agrega Fernando Cesaretti, creador de “Rosario en el recuerdo” con 47 mil seguidores, “priorizar la historia de la gente común, antes que el acontecimiento político”.
“Pueblo Echesortu” otras de las páginas visitadas, “es un fogón barrial donde afloran recuerdos, donde se comparten vivencias y se generan actividades”, explica su creador, el arquitecto Roberto Trapé, con 4.400 seguidores.
“La página termina siendo como un café, ese café del barrio en el nuestro es el Piave, donde todos se juntaban a charlar y donde mucho de lo social allí acontecía” nos cuentan desde Barrio Saladillo, la página con 12.800 seguidores, regenteada por Elizabeth Fregoni y José Straatman.
Hernán Lemos vive en Buenos Aires pero conoció Rosario en 2007 y se enamoró de la ciudad, es uno de los administradores de “Rosario Secreta” con 24.300 integrantes, “la gente extraña la calle sin tanta inseguridad, en donde los chicos podían jugar tranquilamente, extrañan las salidas al cine , que incluía la pizza y el helado” y también recuerdan el ferrocarril y los tranvías, “que hoy serían un transporte ecológico”, agrega.
Carnavales, boliches y salidas
“El tema de los carnavales motiva mucho a la gente, las fiestas que se hacían en Rosario, siempre me piden algún recuerdo de esas fiestas”, nos cuenta Lemos y refuerza Dunger que la gente destaca “la sociabilidad expresada en el pulcro cuidado de la vestimenta para concurrir a bailes, al cine o ‘ir al centro’ “, que era toda una preparación para quien vivía en el barrio.
Los antiguos boliches tienen su presencia en estas páginas y se llenan de “allí mi papá conoció a mi mamá”, “allí nos juntábamos con amigos”, se encienden con los nombres Tunelmanía, Space, Baltasar, Mongo, Jesabel , la Villa de Freud o Rojo 7000. Tampoco faltan los recuerdos de la cervecería Schlau, en donde funcionó la disco Madame, y la planta láctea Upar (Usina pasteurizadora argentina de Rosario) , que estuvo hasta entrados los 70 en 3 de febrero al 1700.
Los Baños del Saladillo, famoso balneario en la región y que marcaron una época, dominan fotos., Las familias más acomodadas supieron tener mansiones en esa zona, algunas de ellas aún en pie, en calles arboladas y muy cerca de la famosa cascada y las quebradas del arroyo, con supuestas aguas curativas, que le dan nombre al barrio.
Pero también la construcción del Monumento a la Bandera, sus desfiles, la evocación de las fiestas estudiantiles y los clubes de barrio, los encuentros deportivos sin agresiones, los cines y teatros que están y ya no están, y las calles céntricas llenas de carteles de neón. “Nos gusta divulgar la historia de la ciudad, que se conozca lo que el trajín cotidiano no nos deja ver”, nos dicen.
La ciudad de los recuerdos
No hay academicismos, ni intenciones de dar cátedra desde estas páginas, lo administran personas que a la vez son empleados, profesionales, algunos con títulos en Historia, pero que se ubican a nivel del ciudadano de a pie a la hora de recordar ese pasado.
En las redes tan llenas de narcisismo, egos, fake news y memes, asoman estas fotos que no pasan desapercibidas, que cuentan una historia cercana. “A medida que crecemos que se nos agota el futuro, el pasado se agiganta, se hace invencible, porque así lo decidimos, es nuestro escape, nuestro bálsamo”, reflexiona Trapé, de “Pueblo Echesortu”, una caricia al alma que evoca tiempos que, para algunos, fueron mejores.
FUENTE: Fabián Scabuzzo – amp.telefe.com