Obras vandalizadas, canteros resecos y veredas rotas. El tramo de bulevar Oroño, la calle más emblemática de Rosario, que va de Catamarca hasta el río –uno de los más transitados por turistas– muestra signos evidentes de deterioro y abandono. Por caso, la muerte de la palmera sobre el bulevar, a la altura de Oroño que fue noticia hace unas dos semanas. Pese a que esas seis cuadras estaban incluidas en el “plan de revitalización” que lanzó el municipio en 2019, las obras nunca se concretaron y la tierra árida contrasta con el vergel de las cuadras anteriores. ¿Qué pasó?
De acuerdo al pliego licitatorio publicado en el Boletín Oficial de Rosario, el plan general para revitalizar el cantero central de Oroño incluía las 20 cuadras que van de avenida Pellegrini hasta Arturo Illia. El trabajo consistía en la instalación de un riego automático, la plantación de panes de césped, arbustos y reposición de palmeras en las cuadras donde faltaban.
El sistema de riego y la plantación de especies arbóreas fueron adjudicadas por licitación a una empresa, en tanto que el plan se completaba con el recambio de luminarias led, la puesta en valor de las esculturas y placas y también el bacheo de las baldosas. Esto último a cargo del municipio.
A lo largo del 2019 el plan fue avanzando desde Pellegrini en dirección al río, pero sobre fines de ese año el trabajo se cortó de forma abrupta cuando se completó el tramo que va de Tucumán a Catamarca. A partir de allí las seis cuadras restantes nunca fueron refaccionadas y el Ejecutivo local sólo completó la instalación de luminaria led.
Esta zona que quedó sin revitalizar estuvo en la agenda pública en las últimas semanas por la palmera que murió y quedó completamente doblada sobre sí misma entre Brown y Güemes.
Sobre eso, la ex coordinara de Acción Ambiental de la municipalidad y experta en la materia, Ángela Villademoros explicó en El Tres que esta situación se dio por “un proceso de deterioro”. “Se debe a una enfermedad que puede ser bacteriana o citoplasma, que atacana palmeras de otras partes del mundo. También pueden ser hongos que le quitan resistencia y también plagas insectiles, nativas nuestras”, detalló.
Fuentes municipales explicaron a Rosario3 que la decisión de frenar el plan y cortar el contrato con la empresa a cargo de la forestación tuvo que ver con la delicada situación financiera que atravesaba el país a fines del 2019 producto de la devaluación del peso y el recambio de gestión luego de las elecciones.
El objetivo ahora es retomar estas obras para completar el proyecto original. Pero eso recién podría darse durante el 2023 si es que se logra realizar un nuevo pliego licitatorio e incorporar la partida necesaria al presupuesto que se presentará en las próximas semanas.
FUENTE: Federico Gayoso – www.rosario3.com