Mar del Plata tiene al igual que las grandes ciudades del mundo su animal emblema. Si bien podría pensarse que la especie característica de la ciudad es el lobo marino de un pelo, el animal declarado monumento nacional es el hipocampo. Sí, el popularmente conocido “Caballito de mar” es el animal que fue incorporado en la simbología cultural marplatense omo “Monumento Nacional Natural de Mar del Plata”.
El hippocampus patagonicus se distribuye frente a las costas argentinas desde Monte Hermoso hasta Puerto Madryn y cuenta con características que despiertan la atención de los investigadores.
De acuerdo a la investigación realizada por Juan Manuel Díaz de Astarloa para el Conicet, la especie que habita la costa marplatense (y que puede observase en el ingreso al Museo Scaglia) es un pez óseo. “Existe una población estable confinada entre las escolleras del puerto de Mar del Plata. Fueron relevados los comercios y puestos ambulantes que ofrecen suvenires playeros de las localidades de: San Clemente del Tuyú, Santa Teresita, Mar de Ajó, Villa Gessell, Mar del Plata, Necochea, Monte Hermoso, Las Grutas y Puerto Madryn. En todas las localidades excepto Necochea y Puerto Madryn fueron encontrados caballitos de mar secos para su comercialización. Mar del Plata fue la localidad con más puestos ambulantes y comercios positivos”, asegura el profesional.
Esta especie, que se encuentra en peligro de extinción tiene la particularidad de tener los roles sexuales intercambiados, siendo el macho el que recibe los huevos, sufre un embarazo y tiene un parto, luego de un cortejo que suele , durar varios días hasta que la hembra le transfiere los huevos a una bolsa especial de su cuerpo, y allí los embriones comienzan a desarrollarse y crecer hasta unos 7 milímetros.
El período de gestación dura unos 20 días y pueden nacer hasta mil embriones, pero el promedio es de unos 300 que en su mayoría son consumidos por otros organismos, por lo que la probabilidad de que uno llegue a ser adulto es muy baja.
La expectativa de vida de esta especie es de 4 años y pueden alcanzar un largo de 18 cms. Son considerados, además, nadadores lentos” ya que mueven su aleta dorsal 70 veces por minuto y, una de sus particularidades radica en que viven en el fondo del mar, donde encuentran refugio y alimento y son capaces de camuflarse con su entorno.
Hipocampos, los monstruos marinos excepcionales
Las primeras referencias al hipocampo se encuentran en “La IIliada” de Homero, escrita en el 770 AC aproximadamente. Según el poema micénico que narra la invasión a Griega a Troya con la excusa de recuperar a la bella Helena de Esparta que escapó de Menelao con el príncipe Paris a Troya, Poseidón, como el dios de los mares, utilizaba a estos hipocampos para tirar de sus carros.
Los carros, eran capaces de caminar sobre la superficie del mar y, tal era la fuerza de estos seres marinos que, según el canto, los carruajes no penetraban en las profundidades del líquido elemento.
Los hipocampos eran mucho más que meros caballos de mar. En ocasiones podían llegar a actuar como seres con una gran humanidad al punto de rescatar a aquellas personas que se adentraban en los mares y eran tragados por sus aguas.
Por último, Apolonio Rodas, en su poema Argonáuticas, asegura que el hipocampo está muy lejos de ser un animal marino excepcional cuando sostiene que “es más que un caballito de mar de los que se pueden encontrar en cualquier punto del planeta”.
FUENTE: www.0223.com.ar