El libro se llama Historia de las Villas en la Ciudad de Buenos Aires, “de los orígenes hasta nuestros días”, fue imprimido en los talleres de Akian Gráfica Argentina en el mes de marzo de 2022. La autora, Valeria Snitcofsky, es doctora en historia de la Universidad de Buenos Aires (UBA) e investigadora en Conicet, en una entrevista con este diario contó qué fue lo que la motivó a realizar el presente estudio y también su principal objetivo. Esta obra cuenta con un amplio y valioso material fotográfico de la época de distintos archivos.
Se realizaron varias presentaciones, una en un congreso de historia urbana en la ciudad de Madrid-España; en Montevideo-Uruguay; Santiago del Estero; en el auditorio de la Biblioteca de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM); en la Biblioteca Nacional. También ganó el primer premio en la categoría investigación por la Sociedad Central de Arquitectos y el Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo. Así mismo, continúa recorriendo distintos lugares construyendo institucionalidad.
– ¿Qué la motivó a escribir sobre la historia de las villas de la Ciudad de Buenos Aires?
Hace unos 20 años estaba cursando las últimas materias de la carrera de historia y, los domingos, daba apoyo escolar en la Villa 31. Ahí escuchaba las voces de los “vecinos históricos” que contaban con orgullo que en plena dictadura le habían ganado un juicio a la Municipalidad de Buenos Aires y, que de esa forma, habían logrado ponerle un límite a las topadoras del entonces intendente Osvaldo Cacciatore. Contaban que frenaron uno de los desalojos más masivos y violentos de la historia argentina.
Mientras tanto, en la carrera nada de eso existía, cuando rendí historia argentina contemporánea, las villas no eran ni siquiera una nota al pie. Me pareció muy injusto y eso fue lo que me motivó a investigar y escribir sobre el tema, para que haya un registro.
Además, justo en ese tiempo estaba cursando en la facultad unos talleres extracurriculares de historia oral y, como tenía muchas ganas de hacer entrevistas, fui a buscar los testimonios de esos “vecinos históricos” que me contaron sobre sus experiencias.
– ¿Con qué fines decidió hacerlo?
Lo hice para intentar entender cómo habían podido, con tan pocos recursos y en un contexto tan represivo, lograr semejante victoria judicial y política. Esa fue mi primera pregunta, mi primer motor para empezar, buscando respuestas escribí los dos trabajos finales para recibirme de profesora de historia, más la construcción de la tesis de licenciatura.
Entonces ensayé una idea: me parecía que la clave estaba en la experiencia acumulada en los lugares de trabajo, porque en aquel tiempo del que hablaban los entrevistados, la mayor parte de la población de las villas tenía un trabajo en fábricas, talleres, terminales portuarias o ferroviarias.
Desde mediados del siglo XX hasta el inicio de la última dictadura cívico-militar, en esos ámbitos se habían ido consolidando identidades fuertes y saberes muy aceitados en términos de cómo confrontar y negociar, que eran sumamente útiles en los barrios a la hora de frenar un desalojo, resistir una razzia o conseguir mejoras. Además, desde mediados del siglo XX en las villas aparecieron formas de organización muy similares a las que existían en los lugares de trabajo, cuyos nombres y estructuras remitían al sindicalismo de base con asambleas, delegados, comisiones y coordinadoras.
– Ante este panorama que describe, ¿cómo continuó su investigación?
Cuando terminé de escribir la tesis de licenciatura, a esa primera pregunta sobre el juicio -entre el municipio y el pueblo- y a esas ideas sobre cómo se aprovechó en el territorio la experiencia de la estructura obrera, se habían ido sumando otras cuestiones que me interesaban y quería conocer mejor.
Por una parte, me faltaba investigar el origen de las villas, que solía aparecer como un proceso difuso y muchas veces distorsionado por preconceptos arraigados en el sentido común. Además, quería sumar todo lo vinculado con el Estado y las políticas públicas, porque hasta ese momento me había centrado especialmente en las formas de organización territorial.
– ¿Cuál es el principal objetivo de su investigación?
Las nuevas preguntas que formulé me llevaron a seguir buscando y ahí empezó a tomar forma mi tesis de doctorado. Mientras avanzaba en esa búsqueda, se confirmaba mi primera impresión, sobre que la historia como disciplina no consideraba a las villas como un tema importante, ni secundario, ni siquiera anecdótico.
Por eso, el libro es un punto de llegada para poder dar a conocer esta investigación realizada durante tantos años… y ojalá sea también un punto de partida para que las voces que vienen de las villas sean más escuchadas. El principal objetivo es que tengan su lugar en la historia.
FUENTE: Jesús Cabral – www.tiempoar.com.ar