“El diseño original del proyecto ‘Castro Verde’ va a cambiar a la propuesta realizada por los vecinos y vecinas”, indicaron a Página/12 desde la agrupación “No destruyan Castro” y confirmaron que alcanzaron un primer acuerdo con funcionarios del Gobierno porteño para modificar el proyecto para la calle Castro del barrio de Boedo. La propuesta alternativa de los y las vecinas incorpora superficie verde a la calle sin la necesidad de cerrar tres de sus carriles como proponía el GCBA, que meses atrás perdió el financiamiento del Banco Mundial para su proyecto. Los vecinos y vecinas celebraron la novedad como un “triunfo” y anticiparon que seguirán reuniéndose con el GCBA con vistas a comenzar la obra en febrero.
Hace un mes, a principios de diciembre, los vecinos y vecinas de Boedo informaban la presentación de un proyecto alternativo para la “Calle Castro Verde” impulsada por el GCBA. Aunque desde el principio rechazaron la idea de modificar la traza de esa calle, con el proceso de licitación ya en marcha decidieron buscar una propuesta superadora que permitiera sumar verde a Castro sin la necesidad de modificar la vida de los y las vecinas frentistas. El principal objetivo era impedir el cierre de tres de los cuatro carriles de tres cuadras de la calle, como lo prevé el proyecto oficial.
Los planos del proyecto vecinal establecen, en cambio, una calle que quedaría de tres carriles, por lo que solo se suprimiría uno de los actuales. De esos tres carriles, uno sería para estacionamiento y dos para circulación vehicular, mientras que se sumarían dos tramos de vereda exclusivamente verdes: uno de un metro de ancho para plantas nativas y otro de un metro y medio para arbolado. Así, el proyecto no implicaría una perturbación para el tránsito de la zona, uno de los principales motivos por el que los vecinos y vecinas rechazan el cierre de los carriles.
“Tuvimos reuniones con funcionarios del GCBA y de la Comuna y nos confirmaron que aceptaron los lineamientos”, confirmó ahora a este diario Soledad Gioia, integrante de “No destruyan Castro”, quien dijo que se encuentran “muy contentos y orgullosos, es un triunfo de la constancia que tuvimos”. Gioia adelantó que seguirán teniendo reuniones con funcionarios para acordar los plazos de la obra, aunque sostuvo que “si la licitación está bien se prevé que se comience a trabajar a partir de febrero”.
Según se observa en los planos que presentó la Dirección General de Infraestructura Urbana en la última reunión mantenida con vecinos y vecinas e integrantes de la Junta Comunal, el proyecto quedó diseñado prácticamente igual al presentado por la agrupación vecinal. “La presentación que hicieron muestra la misma cuadra que nosotros propusimos con las distancias un poco achicadas. Nosotros habíamos propuesto tres metros y medio de cada carril y ellos proponen tres, pero en líneas generales es lo mismo”, sostuvo Gioia en este sentido.
El acercamiento entre las partes llegó después de un largo proceso de lucha de la agrupación vecinal, que incluyó una solicitud al BM para que no financie la obra. Es que en una primera instancia el GCBA había anunciado que realizaría el proyecto con fondos de esa entidad, pero tras los reclamos vecinales finalmente el organismo decidió no otorgar el crédito previsto, por lo que el Gobierno porteño informó que realizaría el proyecto con fondos propios y a principios de noviembre lanzó la licitación.
El proyecto de los vecinos y vecinas también propone arbolar otras calles en el tramo que va desde avenida La Plata hasta la Plaza Mariano Boedo –que hoy tiene el 70 por ciento de su superficie cementada–, y desde San Juan a Independencia con canteros de árboles cada diez metros. En ese cuadrado se generaría lo que denominan un “nodo verde” contra los 16 árboles que solo sumaría el proyecto oficial. Según indicó ahora Gioia, esa iniciativa también tiene el aval inicial de las autoridades de la Comuna.
En los fundamentos del proyecto, los vecinos y vecinas precisan que buscan “la consolidación y generación de ‘Nodos Verdes’, elementos vitales para la red de vinculación y la generación de recursos ambientales que permitan la recuperación del Área Urbana, y así entender a las plazas, los parques y las reservas como nodos productores de biodiversidad”.
Además, la propuesta de los y las vecinas incorpora un nuevo espacio arbolado en un predio ubicado en la calle Castro al 946, donde actualmente hay una casa abandonada. Basado en el Paley Park de Nueva York, el espacio de encuentro con mesas y sillas serviría como “páramo para el calor” con “pared de agua refrescante, vegetación para mariposas y arbolado como reparo y zonas semisoleadas”, según indica el texto del proyecto vecinal.
FUENTE: Santiago Brunetto – www.pagina12.com.ar