El presidente de la Asociación de Empresarios de la Vivienda (AEV), Gonzalo Espíndola, planteó anoche que “Rosario debe seguir siendo atractiva a las inversiones” para el desarrollo inmobiliario, por lo que apuntó a “la necesidad de “minimizar la burocratización para para lograr rapidez en los trámites, pedidos de edificación y finales de obra” en el municipio. Y a nivel provincial, “necesitamos mayor presupuesto en infraestructura y servicios”.
En el marco de los festejos por los 50 años de la AEV en Punta Barranca, y frente a una platea de más de 100 empresarios de la construcción, representantes de distintas entidades de la región y funcionarios provinciales y municipales, Espíndola volvió a solicitar enfáticamente “actualizar el servicio básico e irremplazable que es la energía, y que este plan y compromiso, de modernización de la EPE, claramente, acompañe y lidere el ritmo de crecimiento de las inversiones, y de la construcción”.
Espíndola en su discurso recorrió la historia de una entidad que nació con 11 socios fundadores en 1972 y que rápidamente se organizó porque, un año después, se generó un importante problema en la región con el abastecimiento de materiales. Y puso en contexto qué pasaba en ese momento en la ciudad con la construcción: avenida Pellegrini, entre los bulevares, no existía como corredor con altura.
Por su parte, el intendente Pablo Javkin recogió el guante y repasó algunos de problemas que planteaba el sector al momento de asumir la gestión y que fueron resueltos, así como los siguen en debate. Aseguró que quiere terminar en 2023 sin que haya que utilizar papel físico para los trámites.
Para Javkin, la ciudad se enfrenta “a los 10 años más apasionantes en materia de desarrollo urbanístico”, tanto para los proyectos industriales como de corredores para la construcción inmobiliaria.
A parte de la incertidumbre de lo que puede pasar con Argentina en el Mundial de Fútbol, en las charlas entre los empresarios de la construcción se colaba anoche también un escenario similar para la economía. Más cuando vieron esta semana que el dólar comenzó de nuevo a subir unos escalones.
“Desde la salida de Guzmán, de Economía, se frenaron las ventas hasta hace unas semanas atrás, esperaba más del dólar soja”, se sinceró uno de los principales empresarios del sector, que, al igual que sus pares, cree que el 2022 ya es cosa juzgada y el 2023 lo ven como un año de transición al ser electoral.
Los empresarios de la construcción consultados por Ecos365 coincidieron que lo que más sigue jugando a favor del sector es que prácticamente es el único mirado como de “reserva de valor”. También en que sigue siendo “negocio” construir pese a la falta del consumidor final. La rueda sigue girando para el sector por los precios “baratos” para construir y el impulso de inversores que no encuentran muchas opciones para colocar su dinero.
El blanqueo vigente no generó operaciones hasta ahora. La última experiencia hace que ahora todos los que tienen fondos afuera o bajo el colchón no declarados no se animen a salir a declararlos.
FUENTE: Marcos Cicchirillo – www.rosario3.com