omo ya había sucedido en calle Mendoza y Maipú, la repavimentación de San Lorenzo reveló otro hallazgo arqueológico. En la cuadra entre Corrientes y Entre Ríos, asoman los durmientes de quebracho históricos que afloran cuando rompen la calle, y que habían sido guardados como un secreto bajo el pavimento. Desde la Municipalidad los ofrecieron a Amigos del Riel, quienes quieren usarlo para futura extensión del tranvía histórico.
Por San Lorenzo pasaban varias líneas del tranvía, pero el más característico era el número 15, que hoy se conoce como línea 126 de colectivos. El descubrimiento revela que allí las vías ya estaban levantadas cuando se pavimentó, a diferencia de otras calles donde todavía se ven los carriles de acero enterrados en la calzada.
Esto se debe a que como todas las calles eran de granitullo, unos adoquines cuadrados y pequeños puestos en forma de abanico, para quitar los rieles se sacaban los que estaban próximos. Luego se aflojaban los tirafondos, que estaban agarrados a los durmientes, se quitaba el riel y se volvía a poner el adoquinado. Los durmientes quedaban abajo, porque tenían menor valor.
Fuentes municipales informaron que habitualmente, cuando se encuentra alguna estructura de este tipo, se la guarda bajo remito, identificando cada una en el departamento de Conservación de la Vía Pública, perteneciente a la Secretaría de Obras Públicas. Se guardan por valor patrimonial, y por si en algún momento pueden ser reutilizados en una obra ferroviaria en la ciudad.
En el caso de los durmientes (la mayoría de madera quebracho) los que estén en condiciones se pueden reutilizar en obras de la ciudad, en parques, plazas o bancos. En otros casos se coordina con asociaciones, como Amigos del Riel, para alguna funcionalidad específica. Desde el municipio aseguraron que en muchos casos son elementos tan antiguos, y estuvieron tantos años bajo pavimento que salen deteriorados, y es poco probable la reutilización.
En este caso, Movilidad ya se puso en contacto con la ONG para ver cuál será el destino. Pero desde la asociación recordaron que no siempre se ha almacenado bien el material, ya que los rieles que se levantaron en 2014 cuando se produjo la repavimentación de calle Rioja entre Oroño y Ovidio Lagos se acopiaron en Conservación, pero al tiempo desaparecieron de esas dependencias y su destino es incierto.
Reutilización
Desde Amigos del Riel contestaron que quieren que esos durmientes, que son de propiedad municipal, sirvan para futura extensión del Tranvía Histórico 277. Todo el material de infraestructura tranviaria que existe en la ciudad y se encuentre en la calle, tanto durmientes, vías o líneas aéreas, está asignado a ese proyecto según Decreto 6002 del año 1984. Lo recuperado esta semana correría esa suerte.
El 277 es un coche fabricado en 1939 que circuló por las calles rosarinas hasta 1963, año en que los tranvías eléctricos dejaron de funcionar en la ciudad. Durante sus años en servicio comercial estuvo asignado a la línea 15, la que precisamente pasaba por calle San Lorenzo, cuyos rieles estaban afirmados en los durmientes ahora exhumados. La red tranviaria de Rosario llegó a tener 187 kilómetros de vía, 300 coches y 27 líneas que cruzaban la ciudad de norte a sur y de este a oeste.
La unidad fue restaurada por un equipo especializado que lo puso nuevamente sobre los rieles en julio de 2014. Desde entonces realiza viajes turísticos en fechas especiales como feriados, en operación conjunta entre la empresa Movi, el Ente de la Movilidad y Amigos del Riel, en un corto trayecto sobre avenida Wheelwright entre Balcarce y Presidente Roca y con boleto gratuito.
Existe el plan de extender ese recorrido hasta calle Corrientes y hasta calle Pueyrredón, para lo cual los durmientes y otros materiales de vía que aparecen, resultan sumamente útiles. De esta manera, el Tranvía Histórico 277 podría cumplir un recorrido más extenso, que incluso permitiría desarrollar otras actividades ya sea didácticas y artísticas, como divulgación sobre medios de transporte sustentables, concursos de fotografía y de artes plásticas y hasta posibles obras teatrales a bordo del coche.
En el último fin de semana largo, durante dos días de operación, el tranvía transportó casi 4.000 pasajeros en 75 kilómetros recorridos en las dos jornadas, lo cual demuestra la adhesión popular que despierta este pintoresco servicio.
FUENTE: Nicolás Maggi – www.lacapital.com.ar