Tras aprobar la rezonificación de Costa Salguero, el Gobierno de la Ciudad presentó la Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) del Master Plan del resto del tramo de la ribera norte destinado al Distrito Joven, casi cuatro años después de su aprobación en la Legislatura y con diez espacios de ese sector ya concesionados. “El proyecto vulnera el Artículo 8 de la Constitución, entre otras normativas marco de nuestra Ciudad, que garantizan el uso público de la Costanera”, advirtieron desde la oposición porteña.
“El Master Plan del Distrito Joven tiene como objetivo central conseguir la autorización ambiental para privatizar alrededor de 14 hectáreas de la Costanera Norte”, denunciaron las organizaciones que trabajan en defensa de las tierras públicas sobre un nuevo avance del Gobierno porteño en los terrenos ribereños del norte de la Ciudad.
El año pasado, durante la última sesión en la Legislatura antes del recambio de legisladores y legisladoras, el oficialismo logró darle aprobación definitiva a la rezonificación de Costa Salguero y al barrio de torres de lujo que el Grupo IRSA planea construir en Costanera Sur (ahora frenado por la Justicia). “La tercera fase de la apropiación inmobiliaria de la Costanera”, como la denominan las organizaciones, continuó en febrero con la puesta en discusión del Master Plan del Distrito Joven en audiencias públicas no vinculantes de la Agencia de Protección Ambiental porteña.
“La audiencia convocaba a la ciudadanía porteña a discutir la EIA del Master Plan correspondiente al destino de un sector de la Costanera Norte donde el Gobierno porteño, amparado por la Ley de Distrito Joven, tiene previsto privatizar 14 hectáreas”, explicó a Página 12 la ingeniera María Eva Koutsovitis, del instituto de Pensamiento y Políticas Públicas y la Cátedra de Ingeniería Comunitaria de la UBA. El Distrito Joven, aprobado en 2018, dividió en cinco sectores el tramo que va desde Costa Salguero hasta el inicio del Parque de la Memoria, y habilitó que se realicen concesiones privadas en algunas de las áreas que comprenden los terrenos sobre las márgenes del Río de la Plata.
Entre los cuatro sectores que no son Costa Salguero – cuyo uso ya fue definido por la ley votada en diciembre, aunque la venta aún está frenada por la Justicia -, la superficie a concesionar alcanza 14,19 hectáreas, casi el 20 por ciento de las 73,09 hectáreas ribereñas. La mayor superficie destinada al uso privado se encuentra en los sectores 1 y 2 del Distrito Joven, que incluyen la franja costera que rodea a los terrenos de Tierra Santa y Parque Norte, y tierra ganada al río junto al extremo norte del Aeroparque. Con el argumento de que serán sectores destinados a la juventud, la realidad es que las nuevas concesiones estarán destinadas, como en general ya lo están, a locales gastronómicos, bares o boliches.
“Parte de la premisa de que los jóvenes sólo se recrean en las actividades nocturnas, cuando desde la pandemia se evidencia, cada vez más, cómo se han apropiado de los espacios públicos como lugares de encuentro y disfrute”, planteó a Página 12 Matías Barroetaveña, legislador por el Frente de Todos. Jonatan Baldiviezo, titular del Observatorio del Derecho a la Ciudad (ODC), sostuvo que el Distrito Joven “viene a consolidar el plan del Gobierno de crear una ciudad ribereña con alta oferta de viviendas suntuosas. Ese es el sector que va a recuperar la mirada al río, no va a ser para la totalidad de la población. Dentro de ese plan, el Distrito Joven va a proporcionar el equipamiento gastronómico”.
“Viene a reprivatizar las concesiones de los ’90 que crearon este tipo de espacios en los terrenos pasando Aeroparque. Cuando los constituyentes aprobaron la Constitución de la Ciudad, y se referían a que había que dejar los negocios atrás, hacían expresamente referencia a todos estos comercios que se privatizaron a 20 y 30 años en los ’90”, agregó Baldiviezo a Página 12. En este sentido, Barroetaveña indicó que “el proyecto vulnera el Artículo 8 de la Constitución, entre otras normativas marco de nuestra Ciudad, que garantizan el uso público de la Costanera”. Dicho artículo establece que “los espacios que forman parte del contorno ribereño de la Ciudad son públicos y de libre acceso y circulación”.
Según el relevamiento realizado por las organizaciones, desde que se aprobó el Distrito, y antes de poner en discusión la EIA, ya se concesionaron diez espacios de esos sectores de la Costanera a empresas del rubro gastronómico, de eventos o entretenimiento. El año pasado, Barroetaveña realizó un informe sobre la situación general de la Costanera porteña y concluyó que “en las tierras de relleno sobre el río predominan los usos privados y concesionados, que en conjunto abarcan 72 por ciento de la superficie ganada al río. El espacio público abierto ocupa sólo 28 por ciento”.
Casi cuatro años después de la aprobación en la Legislatura, el Gobierno de la Ciudad presentó la EIA del proyecto y dejó más dudas que certezas. Según Barroetaveña, que participó de las audiencias, el informe “no es concluyente, omite incorporar el sector de Costa Salguero, obviando el impacto de los edificios y emprendimientos gastronómicos planificados, hace referencia a normativa ya modificada y omite un estudio de aumento del nivel del río provocado por el cambio climático. Esto es muy riesgoso por las posibles inundaciones”.
“De las 363 páginas que conforman la EIA no se desprende en qué consiste el Master Plan. Ni para el sector de la Costanera a privatizar ni tampoco para el sector destinado a uso público. La propia evaluación aclara que desconoce las obras a realizar, sus emplazamientos precisos y los usos que les darán los futuros concesionarios. Sin embargo, el estudio pondera positivamente los impactos del Master Plan”, explicó Koutsovitis.
En efecto, en la EIA se pueden leer algunas frases que llaman la atención como: “Para muchos aspectos de potenciales acciones de la fase de Obras o de Usos, no se cuentan con detalles específicos”, “de las antiguas propiedades o concesiones, aún no se cuenta con información sobre cuáles se preservarán ni cuáles serán demolidas”, “no se tiene información al detalle de las obras sobre calles, veredas, parques, plazas, volúmenes o espacios a concesionar”.
Durante las audiencias, en las que participaron más de 200 personas que rechazaron el proyecto, también la Defensoría del Pueblo de la Ciudad presentó su postura y señaló, entre otras cosas, que el proyecto “no dimensiona la proximidad del Aeroparque”, no considera si se verá afectada la Reserva Ecológica Costanera Norte y toma datos desactualizados sobre la calidad del agua. Además, cuestionó que no se incorporó en la evaluación el destino de Costa Salguero, “cuyo futuro urbano-ambiental depende de un proceso judicial en curso”, pese a que por norma pertenece al Distrito Joven.
“Las problemáticas de la costa no pueden ser resueltas con el tipo de manejo actual, basado en intereses sectoriales y enfoques tecnocráticos sin participación de la ciudadanía”, advirtió Barroetaveña. El legislador concluyó que “es necesario el desarrollo de un plan de sector que resuelva la fragmentación de usos, la falta de acceso y espacio público y los problemas socio ambientales. Al igual que lo han hechos muchas otras ciudades que cuentan con costas, Buenos Aires necesita incorporar un proceso de Gestión Costera Integrada”.
FUENTE: www.nueva-ciudad.com.ar