Avanza el plan para transformar el Microcentro porteño en una zona residencial. Aunque el sector inmobiliario recibió con entusiasmo la iniciativa que impulsa el Gobierno porteño a partir de dos leyes que la Legislatura sancionó, pide una serie de cambios para que el proyecto genere la adhesión esperada.
La principal reforma que los empresiarios inmobiliarios y comerciantes solicitaron que se les aplique a las normas -que se reglamentarán el 28 de febrero y empezarán a regir el 1° de marzo- es la ampliación del perímetro delimitado: la conversión abarca solo al casco urbano del Microcentro y excluye al Macrocentro, al que ven con mayor potencial.
Así, el área comprendida hoy se extiende desde el Bajo hasta la Avenida 9 de Julio, dentro del radio definido por las avenidas Santa Fe, Crucero General Belgrano, Libertador, Alem, Paseo Colón y Belgrano, y las calles Bernardo de Irigoyen y Carlos Pellegrini.
Inclusión del macrocentro
Representantes del Colegio Profesional Inmobiliario (CPI) y la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (Fecoba) remarcaron la importancia de que se amplíe la zona tenida en cuenta durante la presentación “Transformación del área céntrica”, que tuvo lugar el mediodía del miércoles en la sede del Colegio Unico de Corredores Inmobiliarios de la Ciudad de Buenos Aires (Cucicba) y contó con la presencia del ministro de Desarrollo Económico y Producción de la Ciudad, José Luis Giusti, quien expuso los principales lineamientos del proyecto.
“Del otro lado de la avenida 9 de Julio, hay una mayor potencialidad de superficies que pueden reconvertirse: el 80% de los espacios donde antes funcionaban viviendas que se aggiornaron en oficinas -ahora desocupadas- tienen la posibilidad de volver a tener un uso residencial. Por ejemplo, los edificios ubicados sobre las calles Lavalle, Tucumán y Sarmiento. En cambio, en la parte del Microcentro, apenas hay un 25% de potencialidad para la reconversión habitacional. El resto son comercios”, describió la presidenta de CPI, Marta Liotto.
Armando Pepe, director del Consejo Federal de Colegios Inmobiliarios (Cofeci), coincidió: “El 60% de las oficinas están cerradas. Sobre la peatonal Florida, hay, por lo menos, colgados 15 carteles de alquiler. Los valores locativos han caído de forma estrepitosa y no encuentran un piso. Necesitamos que se tenga en cuenta a la zona de Tribunales también. De lo contrario, se generará una competencia entre ambos lados de la 9 de Julio y corremos riesgo de que se rescidan contratos para cruzar la avenida, a la zona que ofrecerá incentivos fiscales”, señaló en relación a los beneficios impositivos que contempla el proyecto.
Por su parte, Giusti argumentó que la selección se realizó considerando los efectos de la pandemia. “Tenemos una deuda pendiente con el Microcentro. El plan surge a partir de las consecuencias que sufrió la zona por el Covid-19. En una primera etapa, pusimos foco en el área más perjudicada. Evaluaremos los límites fisicos”, justificó la decisión.
Ampliación de los sectores
Asimismo, entre los pedidos del sector comercial, figura la inclusión de más rubros, por fuera de los 12 considerados “estratégicos”. “Para que la zona se reavive, necesitamos que se tengan en cuenta todos los sectores de la economía, y no solo unos pocos, que doten al barrio de servicios para residentes”, destacó Fabian Castillo, titular de Fecoba.
Liotto agregó que hace falta generar propuestas de servicios atractivas para que la gente decida mudarse a esta zona. “Hacen falta comercios básicos, como veterinarias y ferreterías”, expuso.
Al respecto, Giusti aclaró que la intención es aplicar el concepto de “la ciudad a 15 minutos”: en lugar de un macrocentro, crear pequeñas urbanidades céntricas con servicios clave, que faciliten el uso residencial.
Reformulación de los reglamentos de copropiedad
Otro de los puntos donde los escribanos pusieron el ojo es la reformulación de los reglamentos de copropiedad. Por más que ambas normas posibilitan darles nuevas funciones a las propiedades, es necesario adaptar los códigos para que, por ejemplo, un edificio que no resulta apto para el uso residencial pueda utilizarse para tal fin, más allá de contar con la habilitación para uso profesional.
A su vez, el sector pide una mayor agilidad para la aprobación de reformas en estructuras que son Áreas de Protección Histórica (APH). Desde CIP, opinaron que las demoras en las otorgaciones de permisos podrían desincentivar el impulso a la reconversión del Microcentro.
En ese sentido, el ministro informó que la Administración porteña se encuentra trabajando para que la aprobación urbanística no demore más de 60 días y no más de 90 en los casos de APH.
Más financiamiento
Por otro lado, los inmobiliarios piden que haya más líneas de créditos para financiar inversiones que favorezcan tanto el desarrollo de viviendas como las mudanzas a la zona, con períodos de gracia mayores.
Al respecto, solicitaron que se implementen más herramientas de ayuda financiera, a través de entidades públicas y privadas. Por el momento, estará disponible solo el programa “Mudate al Microcentro”, con préstamos preferenciales del Banco Ciudad, además de un Fondo de Compensación.
De esta manera, se lanzará una línea de crédito denominada en UVA’s (Unidades de Valor Adquisitivo) con garantía hipotecaria para promover la adquisición de viviendas reconvertidas ubicadas en el área céntrica. El fondo compensatorio tendrá por objetivo equiparar las posibles diferencias entre el ajuste en las cuotas de los créditos hipotecarios UVA y la variación del índice de Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte).
Para los inquilinos que firmen un contrato de alquiler de inmuebles, habrá líneas de crédito que podrán ser solicitadas para afrontar los gastos iniciales de mudanza y afines. El monto máximo será de 1200 UVA y podrá ser devuelto en hasta 24 cuotas mensuales. La tasa de interés se establecerá de acuerdo al equivalente al 50% de la aplicada a plazos fijos a 30 días ofrecida por la misma entidad bancaria. Los requisitos para acceder serán definido por el Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC) y el Banco Ciudad.
Giusti anticipó que la idea es captar a más entidades privadas y públicas, para que se sumen al programa y al fondo compensador, con más posibilidades de financiamiento.
FUENTE: Agustina Devincenzi – www.cronista.com