El fenómeno del vitral en la ciudad de Rosario es importantísimo, no sólo por el impresionante volumen de obras, sino que además, estas obras fueron en su mayoría realizadas en talleres locales.
El principal taller de vitrales que hubo en Rosario surge en 1896 , el taller de Salvador Buxadera , un inmigrante catalán, que transmite su oficio a sus hijos.En el período que el taller de Buxadera estuvo en funcionamiento, fueron muchos los operarios y dibujantes que se emplearon ahí, algunos de los cuales nos han dejado obras admirables, y otros se han destacado en el ámbito nacional e internacional como artistas plásticos.
El primero de ellos ha sido Eugenio Fornells que ha trabajado con Buxadera desde 1911 a 1924. Los vitrales más conocidos de Fornells son los del Club Español y los de la confitería “La Europea” como también las cerámicas de Mitre 433 y la demolida casa de Montevideo 1037.
Un vitral diseñado por un gran artista rosarino que sí dejó su firma fue José Gerbino , arquitecto que realizó muchos de los edificios del patrimonio de la ciudad, entre ellos , el más conocido, el Palacio Minetti.Otro artista aunque no se lo reconoce como tal, que trabajó cincuenta años en el taller de Buxadera, fue Juan Antonio Marimón (1896-1979). Marimón dejó vitrales admirables en varias residencias rosarinas como también en iglesias y edificios funerarios.
Su estilo es muy personal, en el que se evidencia el laborioso claroscuro, el realismo en sus imágenes y la expresividad en sus figuras humanas.Se pueden apreciar obras del taller de Buxadera en la sede del Jockey Club en el salón de Bridge, Hall del Hotel Italia, Hall de la Bolsa de Comercio, y en muchas viviendas de la ciudad.
FUENTE: www.descubriendorosario.com.ar