Hostels de categoría y espacios de coworking proliferan en todas las grandes capitales del mundo; y Buenos Aires no es ajena a esta tendencia. Mientras vive un boom del turismo fogoneado por el tipo de cambio, la ciudad se prepara para recibir a viajeros 4.0. Se trata de un público que privilegia la conectividad -no solo la tecnológica sino también humana-, interesado en conocer la cultura de los lugares que visita y potenciar sus experiencias.
En esa línea se enmarca un hostel recién inaugurado en Monserrat, nada menos que dentro del emblemático edificio de La Inmobiliaria, muy cerca del Palacio Barolo, en el eje de Avenida de Mayo, que se inaugura oficialmente el domingo 1° de diciembre.
La gran novedad de Franca City Hostel es que ofrece alojarse en “camas cápsula” de gran formato, para que los viajeros se sientan cómodos y mantengan su privacidad aún en cuartos compartidos.
Al hostel se accede por una imponente escalera de mármol con barandas de hierro, o por un antiguo ascensor. Después de atravesar una puerta de época, se llega a un amplio living y una recepción donde un mural da la bienvenida a los viajeros.
El living es un espacio luminoso de techos altos, con vigas a la vista y amplias visuales a la Avenida de Mayo. Está dividido por una barra móvil equipada con una chopera de la que los huéspedes puedan servirse y vivir la experiencia de la cerveza tirada.
La cocina compartida tiene un diseño moderno y minimalista, lo mismo que el espacio de coworking que se encuentra en el entrepiso. Es ideal para los viajeros que buscan un lugar cómodo y con excelente wifi para poder trabajar de manera remota. El espacio también está abierto para realizar actividades como catas de vinos o desayunos de negocios, lo que permite ampliar la propuesta.
Franca City Hostel posee 4 habitaciones comunitarias mixtas con camas cápsulas “súper size”. Tres de las habitaciones tienen una capacidad para 8 huéspedes y la otra tiene capacidad para 9 personas. Además, cuenta con una habitación privada para tres huéspedes (con la configuración cama matrimonial más cama individual), con baño en suite; y una habitación semi privada para dos personas (con cama doble o dos individuales), con baño compartido.
La puesta en valor de la propiedad y el diseño del proyecto estuvo a cargo del estudio chopera Smud & Asociados Arquitectos. Lucas Marcos Olmi, propietario y creador, sostiene que desde el inicio Franca fue pensado “como un hostel que aplique buenas prácticas ambientales, con equipamiento de bajo consumo eléctrico, donde se reutilizaron los pisos de madera originales y se implementan la separación de residuos y reducción en el consumo de agua en baños y cocina”.
Para terminar de conformar la atmósfera del hostel, al mural de la recepción -de la artista Verónica Escalante- se sumarán otros realizados por artistas latinoamericanos que están siendo convocados para intervenir otros espacios, sumando color, arte y diseño.
Camas cápsulas súper size
Los altos techos de la propiedad permitieron la construcción de las camas cápsulas muy utilizadas en Japón, pero en este de gran formato. A diferencia de otras propuestas, en Franca se pensó en las camas como el gran diferencial: un espacio privado, amplio y con mucha luz donde los viajeros se sientan muy a gusto aún en un cuarto compartido. Las camas fueron especialmente diseñadas por el estudio Números Primos.
Cada cápsula cuenta con espacios generosos y seguros para que el visitante tenga a su alcance todo lo que necesita para una estadía agradable. Hay roperos con amplios espacios de guardado y percheros, eslingas para dejar protegida la valija debajo de la cama, luces de lectura, consola, enchufe, puerto USB y cortinas, lo que genera mayor privacidad.
Con una tarifa muy competitiva (desde 15 dólares la noche) los viajeros acceden a sus camas cápsula, baños compartidos, cocina, espacio de coworking, living y barra de tragos. También se ofrecen tours y desayuno a una cuadra, en el café Flaneur, con un voucher que se puede usar de 9 a 21. Y se está negociando la inclusión de visitas a la cúpula del edificio que mira hacia el Palacio del Congreso, para que los visitantes accedan a una experiencia única, con vistas a la ciudad a 64 metros de altura.
FUENTE: Graciela Baduel – www.clarin.com