Si el refrán “La tercera es la vencida”, aplicara para la iniciativa de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, que propone proteger cerca de 100 murales que revisten las estaciones del subte de posibles daños o intervenciones por reformas en la red, podría suponerse que esta vez el proyecto presentado anteriormente en 2014 y 2016 ahora tiene chances de convertirse en ley.
Con firmas como la de Luis Felipe Noé, Antonio Seguí, Florencio Molina Campos, Raúl Soldi, Prilidiano Pueyrredón; Quino, Horacio Altuna, Nine, Fontanarrosa y Hermenegildo Sábat, y reproducciones de Benito Quinquela Martín, las obras de las líneas C, D y E “representan temas de la historia nacional y fueron realizadas con la técnica de la cuerda seca, que consiste en imprimir sobre el barro los dibujos por medio de una placa o matriz, quedando de relieve las líneas y perfiles que luego sirven para separar los esmaltes de colores y hornear las piezas de cerámica”, detallan desde la Defensoría.
Además de los murales, en la iniciativa se destacan los revestimientos decorativos de las estaciones, especialmente los de la línea C, que presentan motivos de reminiscencia andaluza, con un diseño conocido como mayólica de lazo por su similitud a una cinta entrelazada, y con otras que ofrecen representaciones de signos del zodíaco. También los arcos y barandas de hierro forjado de los accesos a las estaciones de las líneas A, B, C, D y E.
En las dos presentaciones anteriores el proyecto no prosperó y perdió estado parlamentario en la Legislatura porteña. Ahora, recepcionada nuevamente por los legisladores de la Comisión de Cultura presidida por el oficialista Omar Abboud, vuelve a proponer que esos murales, que en varios casos datan de la década del 30, sean declarados como “integrantes del Patrimonio Cultural de la Ciudad”.
“La intención de esta propuesta, además de reconocer el indudable valor patrimonial de estos elementos, es brindarles una protección que asegure su conservación”, definen desde la Defensoría en el escrito presentado.
Entre los murales históricos se destaca, por ejemplo, “Alegoría España-Argentina”, situado en la estación Avenida de Mayo de la línea C, que muestra a la República Argentina representada como una joven mujer que lleva la bandera nacional, a cuyo alrededor se ubican alegorías de la pintura, la escultura y la ciencia.
“La intención de esta propuesta, además de reconocer el indudable valor patrimonial de estos elementos, es brindarles una protección que asegure su conservación”, definen desde la Defensoría en el escrito presentado.
Entre los murales históricos se destaca, por ejemplo, “Alegoría España-Argentina”, situado en la estación Avenida de Mayo de la línea C, que muestra a la República Argentina representada como una joven mujer que lleva la bandera nacional, a cuyo alrededor se ubican alegorías de la pintura, la escultura y la ciencia.
También sobresale el mural “Tertulia en la Alameda, Buenos Aires en 1830”, en el andén sur de la estación Catedral de la línea D, que forma parte del ciclo que retrata la Argentina y su sociedad entre 1830 y 1930.
El mural “La batalla de Caseros”, que se despliega en estación Urquiza de la línea E es obra de Léonie Matthis y remite al conflicto bélico en que se enfrentaron las tropas de la Confederación al mando de Juan Manuel de Rosas, gobernador de Buenos Aires, y Justo José de Urquiza, quien guiaba al Ejército Grande.
Por último, la Defensoría refirió también a los murales de Hermenegildo Sábat ubicados en los pasajes de la estación Lima de la A en la combinación con la C, que “con trazo suelto y coloración tipo acuarela homenajean a personajes de la música ciudadana, como Astor Piazzolla, Julio de Caro, Aníbal Troilo y Homero Manzi”.
En este caso, los diseños fueron incorporados en el marco del programa “Subte Vive”, que llevó adelante Metrovías, concesionaria de la red, y que también sumó obras de Rogelio Polesello, Guillermo Roux, Pablo Siquier, Josefina Robirosa y Carlos Paéz Vilaró.
FUENTE: clarin.com