Nació en 1959 y tiene un apellido de peso en el universo de la jardinería y un estudio propio. Lleva, además, el mismo nombre que su bisabuelo. Es la cuarta generación de paisajistas que inició Charles (1849-1934), siguió su abuelo Carlos León (1894-1962) y continuó su padre Carlos Julio (1926-2017).
Cuando uno visita estancias es muy común que le digan que el parque es obra de su bisabuelo Charles Thays. La pregunta surge naturalmente: un ser humano solo no pudo haber hecho tantos parques en una sola vida. ¿Lo son relamente o los hay “escuela Thays”? ¿Están documentados todos, cuantificados, se sabe cuántos son?
Charles Thays fue un prolífico paisajista en una época de Argentina pujante. No todos los parques cuyos propietarios dicen ser de autoría de Charles Thays lo son. Esto se debe a la tristemente célebre viveza argentina que además, aprovecha y asume el desconocimiento del visitante para promocionar su parque. Es una injusticia para otros paisajistas, muy meritorios, a los que se les roba la autoría por intereses comerciales.
Además de injusto es muy mezquino; se aprovecha el que muchos parques son resultado de autores desconocidos, paisajistas o no, y, en lugar de investigar, alegremente se les adscribe como de Charles Thays por mera coincidencia con su época. Me ha tocado tener que enviar cartas documento y pedir directamente a los emprendedores comerciales de estos sitios que dejen de citar a Charles Thays con fines comerciales si carecen de fundamento.
¿Cómo se reconoce un auténtico Parque de Thays?
Carlos Thays en uno de los jardines que diseñó. No siempre los parques están documentados en planos/ dibujos. No obstante, es fácil reconocer un parque de Charles Thays. La escala de los espacios, la fluidez en su articulación, ciertos ejes y gestos curvos de tono art-nouveau son muy propios, diría que únicos de su estilo romántico y a la vez clásico.
¿Él diseñaba y se ocupaba de la plantaciones, o tenía un equipo?
Charles Thays diseñaba y mucha veces (lo prueban fotos de época) supervisaba las plantaciones. No tenia cuadrilla ni empresa de plantación; era un diseñador.
¿Tenía especies preferidas? ¿Cuáles? ¿Él las sugería o se estilaba convenircon el cliente las especies a plantar?
El álamo carolino, la tipa, el plátano y el pino de las Canarias son infaltables en sus parques. También, cedros, cipreses calvos y eucaliptos son un rasgo distintivo de su intervención.
Charles Thays era francés. ¿Cómo cree que veía el campo argentino en tanto que escenario a parquizar? ¿Seguía un modelo de parques de la época o se permitió adaptar, innovar, reformular?
Basta con ver como sus parques recrean y participan de la grandeza del paisaje pampeano para tener una idea cabal de como Charles Thays supo interpretar a la pampa. Funcionalmente supo entender el programa de la estancia pampeana y darle forma de casco al conjunto de actividades muy diversas, estacionales y cotidianas propias del quehacer rural. El resultado, un modelo, que será genuinamente argentino.
¿Había una conciencia de distinguir flora autóctona (local, argentina), de las europeas y otras?
El genio de Thays destaca en su relación con la flora local. Su ojo artístico y científico a la vez ‘pescó’ de nuestros bosques subtropicales especies que pasaron a ser parte de nuestra identidad paisajística, no solo en sus parques de estancias, también en sus creaciones urbanas. A él le debemos las tipas de la ciudad de Buenos Aires y los jacarandás de sus calles y parques. Más que una conciencia, ambiental o ecológica, interpretó algo comparable a la música: él se debe haber sentido en la obligación de encontrar un repertorio, una música más americana que la europea de su educación paisajística.
Los Thays que siguieron a su bisabuelo, ¿también se ocuparon de parques de estancias?
Nada educa tanto como caminar varias veces un parque y descubrir siempre algo nuevo. Así es como los Thays aprendimos a seguir diseñando parques. Muchas veces, trabajando en alguno de los suyos, pasados más de 100 años entre aquel arbolito plantado por él y el árbol monumental de hoy. Dicho de manera menos simplista, se siente estar caminando dentro del sueño de otro que no es tan otro por esa continuidad de progenie que no entenderemos; una sensación algo mágica.
¿Cuál es en su opinión el mejor parque público y privado, respectivamente, que hizo su bisabuelo? ¿Por qué?
El Talar de Pacheco es el mejor parque privado de Charles Thays, o al menos, el mejor mantenido o el que mejor refleja el ideario de Thays. Allí están presentes su sensibilidad hacia la barranca, su gestualidad art-nouveau y riqueza espacial. Estoy tratando de que la provincia de Buenos Aires lo reconozca como Patrimonio Paisajístico para que permanezca protegido. De carácter público, el parque San Martín en la ciudad de Mendoza.
Quienes no conocen el linaje de su familia ¿suelen entrar en confusión y hacerse una ensalada de Thays?
Una vez quedamos con un cliente nuevo que me buscaría para ir a un parque en la provincia de Buenos Aires. Cuando estoy por subir al auto saltó la confusión, esperaban a una persona muy mayor; luego de una apretada síntesis histórica accedieron a que me subiera en el auto. Sentí que me tomaban examen durante un viaje que no fue corto. Finalmente nos entendimos muy bien y volví muchas veces con ellos.
¿Cómo es tener una familia con tantos ancestros dedicados a lo mismo?
Una familia con tanta continuidad en el mundo vegetal puede ser algo confuso, pero también es una sensación de coherencia con el tiempo de los árboles que es otro.
FUENTE: www.lanacion.com.ar – Soledad Gil