Ayer por la tarde se conoció el fallo que ordena al Ejecutivo porteño implementar medidas de transparencia y protección del arbolado público. Hasta tanto se cumpla con la implementación de dicho sistema, el Juzgado del Fuero Contencioso, Administrativo y Tributario Nº13 -a cargo de Guillermo Scheibler- suspendió todo tipo de actividad de poda y tala de árboles. «Estamos con mucha emoción porque esta acción de amparo, que se inició hace cuatro años, dio lugar a un fallo muy valioso e importante», expresaron desde Basta de Mutilar Nuestros Árboles. El resto de las organizaciones ambientales también festejaron la medida y, si bien se mostraron cautos con una posible apelación del Gobierno de la Ciudad, sostuvieron que es un importante paso para terminar con «las podas sistemáticas y las extracciones».
La sentencia judicial de primera instancia establece la necesidad de que el Ejecutivo de Horacio Rodríguez Larreta -junto a las 15 comunas- implemente un sistema informático «de acceso libre, gratuito y público» que incluya la totalidad de las acciones correspondientes a la gestión del arbolado público, así como ejecute un esquema de cuidado de las plantaciones existentes «en el que la poda no resulte la única y exclusiva herramienta de manejo», entre otros requerimientos. Hasta tanto no se obtengan respuestas en este sentido, el juez Scheibler suspendió la poda y tala de árboles. «Solamente podrán realizarse intervenciones en aquellos supuestos excepcionales que no admitan demora por encontrarse comprometidas la seguridad pública, la integridad de bienes o personas o la realización de obras públicas», expresa el fallo.
La acción de amparo se inició en el año 2017 en el marco de la causa «Heras, Claudia contra GCBA y otros» con el objetivo de frenar la actividad de poda que destruye los árboles del patrimonio público. Allí se exponía la responsabilidad del Gobierno porteño en el diseño y planificación de las políticas gubernamentales tendientes a la protección, conservación y cultivo del arbolado público de la Ciudad. «Lo que el juez ordena nos parece sumamente apropiado en estas circunstancias. Seguramente el Gobierno de la Ciudad va a apelar y va a encontrar excusas, pero es imposible no estar de acuerdo con esta sentencia que pone al árbol como bien común por encima de los intereses particulares. También pone al árbol en el lugar de su beneficio para la salud ambiental, física y psíquica -así como patrimonio cultural e histórico- para quienes habitamos y transitamos en esta ciudad», señaló a El Grito del Sur María Angélica Di Giacomo, referente de Basta de Mutilar.
Los artículos 10, 11 y 12 de la Ley de Arbolado Público Urbano Nº 3263 plantean su protección y adecuada conservación y cultivo. Sin embargo, el Juzgado Contencioso y Administrativo Nº 13 aseguró que «el GCBA desarrolla una actividad de poda que, al menos desde hace cinco años, está destruyendo los árboles del patrimonio público; a saber, árboles de alineación, de plazas, estaciones de ferrocarriles y bulevares, ya sea por mutilación, mochado, terciado o talado». También apuntó contra las empresas contratistas que «no son idóneas y sólo persiguen un fin lucrativo», generando de esta forma «la muerte de muchos árboles en los últimos años y, a los sobrevivientes, se les ha quitado la mayor parte de su follaje, con la consecuente pérdida de sus beneficios».
Di Giacomo agregó al respecto del fallo: «Nosotros estamos en contra de las podas sistemáticas y las extracciones. Las primeras dañan al árbol en el sentido de dejarlo expuesto a las enfermedades, de hacerlo más vulnerable al viento y le acortan la esperanza de vida. También nos quitan todos sus beneficios relacionados con el follaje frondoso. Agradecemos a la Dra. Claudia Heras -que trabajó con mucho ahínco e inteligencia-, al juez Scheibler -que supo expresar y entender lo que significa para la ciudadanía la protección del arbolado y puso la defensa de la ley como epicentro de su sentencia- y al ingeniero Carlos Anaya que actuó como amicus curiae».
Lo paradójico es que ayer mismo, la Ciudad de Buenos Aires fue distinguida por el programa «Tree Cities of the World 2020» -patrocinado por la Fundación Arbor Day y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura- por el supuesto cuidado de sus árboles. No obstante, la metrópolis porteña cuenta apenas con 6 metros cuadrados de espacios verdes por habitante teniendo estándares inferiores a los de otras ciudades grandes como Rosario y Córdoba. A la baja cantidad de espacios verdes se suma la falta de transparencia en la información ofrecida a la ciudadanía, que se caracteriza en la actualidad por la dispersión en diversos sitios y excluye por lo general los datos e imágenes particularizadas que puedan dar cuenta del estado de cada ejemplar arbóreo.
FUENTE: elgritodelsur.com.ar